Cómo hacer un buen ritual para que tenga éxito

Voy a explicaros como se tiene que hacer un buen ritual para que tenga éxito. Porque no todos los rituales que se hacen el el mundo del esoterismo funcionan, ni mucho menos.

Mucha gente, con su mejor intención no lo dudo explica los rituales que a ellos les han funcionado y piensan que a los demás también les podrían funcionar, pero no es así.

Lo primero es personalizar el ritual. El ritual debe ser único para esa persona, no vale ni siquiera para dos personas, como no hay dos personas iguales o dos situaciones iguales.

Para ello escogeremos una hora del día en la que estemos tranquilos, nadie nos moleste y dispondremos de un espacio ventilado y limpio. Las energías negativas influyen como un obstáculo en la realización de los rituales.

Si ya disponemos de un espacio claro, ventilado y limpio, tenemos tener muy claro que es lo que queremos conseguir. Partamos de la base que todo en este mundo es posible y que no hay nada que no podamos conseguir. Para eso está el deseo, el empuje que nosotros le queramos dar y el destino, que aparece cuando menos te lo esperas y te da la sorpresa o el disgusto.

Aclarado todo esto, también es importante destacar que nuestro estado de ánimo puede ser otro obstáculo, por eso tenemos que encontrarnos con muy buen aura y siendo muy positivos, es decir, tenemos que creer en lo que estamos haciendo y prepararnos para cuando ocurra, porque si el ritual se hace con todo nuestro deseo, se pide con humildad y se está en un buen estado mental y psicológico el éxito está prácticamente asegurado.

Hay que esperar, relajarnos y confiar. Las buenas energías siempre nos premiaran con aquello que deseemos y no habrá nada en el mundo que lo pueda parar.

Así que resumiendo, para hacer un buen ritual hay que estar bien preparado ¿cómo?:

Esa noche procuremos dormir bien, aunque podemos estar un poco más nerviosos por la ilusión de hacer el ritual. Mejor hacerlo de día, por la mañana y con luz natural. Nos lavaremos las manos, pensaremos en aquello que nos relaja, nos concentraremos en el objetivo y empezaremos a realizarlo siempre con la intención de hacer el bien y que la energía que enviemos sea positiva. La energía negativa vuelve siempre multiplicada por mil, así que mejor no intentarlo.

La magia funciona y si no te lo crees, es porque aún no has llegado a un nivel superior.